
Ya terminó el curso, pero la vida parece que no vuelve a lo de antes. Parece que se ha instaurado el un ritmo frenético en mi organismo. Ganas de más creo que son.
Pues después de este ritmo trepidante, el sábado, en vez de dormir hasta morir, me levanté a las 9 de la mañana y me fui a la sierra de Grazalema con la Joana, la polaca que he conocido en Tai-Chi, y que es una tia genial!
Estuvimos en los pueblos Zahara de la sierra, y en Grazalema, dónde dormimos. Y nos hicimos dos senderos, uno alrededor del camping, que pensaríamos era sencillico, y a mi parecer como lo que debía ser a mitad de camino decidimos volvernos por lo seguro, que eso ya empezaba a ser muy pedregoso, y además al día siguiente queríamos hacer una ruta un poquillo dura. Consistía en subir al Torreón, el pico más alto de la Sierra en Cádiz (no me atrevo a decir de Grazalema). El tiempo, estaba amenazante, pero en la oficina de turismo nos habían dicho que estaba bien el día para subir al Torreón, y Joana estaba toda empeñada en subir, que era to wuapo... Pos venga no me lo pensé, y pa ya más decidida que preparada empezamos, y aquello fué siempre subiendo. Pero que guapo es en la montaña subir e ir descubriendo paisajes, alucinando con las vistas (las nubes le saban su encanto...).


Después de eso, coche, ropita seca, y un café con leche y pa Cádiz, que hacía un tiempo cojonudo.
